Un arte que ilumina y desoculta lo que había estado en sombras.

Un arte que diluye identidades. 

Un arte transespecie, transformador, transfemnista y transmedial.

Es un arte que pone en el centro los entramados comunitarios y sus vínculos centrados en lo común.

Es arte popular que conecta con eso que es de todos y no es de nadie.

Un arte que sostiene en las adversidades, que irrumpe contra las inercias

y dinámicas sociales basadas en el individualismo y la fragmentación. 

Es un arte sentipensante.

Es un arte libre y valiente que se revela al sistema.

Arte que da gracias a la vida, es el arte de la pacha

Es el arte que pone a los árboles en un lugar de divinidad. 

Es arte nacido en el Abya Yala, arte primigenio que conecta con las raíces.

Es arte centinela, guardián de la enseñanza oculta. 

Es arte que habla de ordenar el pensamiento, la raíz.

Es arte que conecta con el sol, que le canta al sol. 

Es arte mágico. Es arte puente.

Es arte valioso más no mercancía.

Es arte que conecta con la vida y la esperanza. 

Es arte que reconoce que los recursos son limitados y al mismo tiempo abundantes. Expansivos.

Es arte que reconoce la luz y la sombra. Las conecta.

Es arte que conecta la libertad mental con la libertad colectiva, 

Es arte que se revela al despojo, al autodespojo. 

Es arte que abraza las creaciones del alma.

Es arte canal. Es arte que es pensamiento selvático. Es arte que es presagio y recuerdo.

Es arte que mantiene el equilibrio.

Es arte que da razón a la vida misma, al nacer de adentro y acompañar el propio nacimiento. 

Es arte que es fuerza y motor.

Arte que distingue los frutos de lo sembrado. Es arte que se disfruta.

Es arte puente para la conciliación. Arte espejo.

Es arte capaz de crear un mundo distinto. Muchos mundos.

Es arte que transforma y conecta con el bosque. Arte que diluye la ilusión de separación. Es arte que trasciende los tiempos.